De por qué un mal hielo puede arruinar un buen cóctel
El hielo es un elemento fundamental en coctelería, pero esto no significa que haya que ir a glaciares inhóspitos a conseguirlo. No obstante, en ocasiones elaborar hielo casero puede ser una elección desafortunada, a no ser que se sigan consejos de conservación de manera muy estricta.
Lo mejor, en cualquier caso, es usar hielos de gasolinera o supermercado, para evitar el mal hilo. Si todavía así nos atrevemos a usar hielo casero, estos son los consejos a seguir.
Utilizar agua mineral o filtrada
El agua de grifo arrastra impurezas que impiden su correcta cristalización. Esta agua contiene, además burbujas de aire comprimido, que acaban traduciéndose en cristales, generando mal hielo. Es aconsejable utilizar agua mineral o filtrarla mediante técnicas de osmosis inversa. Si esto no es posible, debemos hervir el agua dos veces antes de crear el hielo, para acabar con las impurezas y las burbujas de oxígeno. Entre hervidos, debemos esperar que el agua enfríe, y siempre tapada para evitar la aparición de impurezas.
Tras el segundo hervido, los hielos perfectos se consiguen si el agua se introduce en el congelador todavía caliente, ya que elimina mejor las bolsas de aire.
Crear grandes bloques de hielo
Para diferenciar un mal hielo de uno de mejor calidad, la clave está en el tiempo que tarda en derretir, este periodo ha de ser elevado. Para esto, lo mejor es crear un gran bloque que, posteriormente, pueda ser cortado con sierras especiales.
No congelar el hielo junto con otros alimentos
El proceso de congelación del hielo debe ser exclusivo, de modo que no comparta espacio con otros alimentos, para no acumular olores.
Además de esto, es importante no solo la elección del agua y la congelación, sino intentar siempre que sea posible que el hielo pase directamente del congelador a la copa. En caso de que deba quedarse en el exterior, tapado y en un recipiente que mantenga la temperatura.
Hielos Mairena
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